Galher A.C.
Fundación para niños con cáncer
Galher A.C.
Fundación para niños con cáncer
Galher se dedica a mejorar la calidad de vida de la humanidad, sé que puede sonar a que abarca mucho, pero a pesar de que nuestros principales beneficiarios son niños con cáncer y sus familias, la realidad es que he sido testigo de cómo mejora la vida de todos los que toca sin importar si son donadores, voluntarios, beneficiarios o parte del equipo.
Estoy segura de que en tu cabeza hay mil preocupaciones, pero ¿te has puesto a pensar últimamente en todas las cosas que tienes por agradecer, todas las bendiciones que sí tienes? Si estás leyendo esto estoy convencida de que eres muy bendecido y que desde ese lugar de bendición también puedes ayudar a mejorar la vida de mucha gente. Hay mil formas de ayudar, con tiempo, corriendo, bajando de peso, con contactos, con recursos, con dinero, incluso hasta juntando tapitas de plástico.
¿Y sabes qué es lo mejor? Que al ayudar a otros y más tratándose de personas en situación crítica y de urgencia, estás sembrando una gran calidad de vida para ti mismo.
Hace dos años, la vida me dio una valiosa lección. Me sentía estresada porque había tenido muchos sube y baja con mis ingresos, mi balance de vida se estaba saliendo de la zona en la que tanto había trabajado por estar. Mi querido amigo y socio Edgar Gálvez me dijo que asistiera a una de las convivencias Galher, yo ayudé a fundar esta asociación, sin embargo, desde que mi hija nació me mantuve alejada de la operación, apoyando desde casa sólo en algunas actividades. Mi hija ya tenía tres años, así que decidí que sería una buena experiencia llevarla.
Fuimos a la convivencia en Santa María la Rivera y nos separaron en grupos pequeños, a mi me tocó con 4 mamás beneficiarias, algunas recién llegadas a la asociación y otras con hijos recién diagnosticados. En esos grupos teníamos que responder a 2 preguntas:
1)¿Cuál es el problema que más te preocupa en este momento?
2)¿Para qué estás viviendo este problema?
Entonces empecé a escuchar a las mamás hablar que sus problemas eran que no sabían si sus pequeños iban a sobrevivir, que no querían verlos sufrir con los tratamientos y con la enfermedad. Recuerdo en particular a una que dijo que ella pensaba que su para qué era que necesitaba pasar tiempo con su hijo, porque antes se la vivía trabajando y ahora estaba al 100% con él.
Después de escucharlas, no quise decir nada cuando llegó mi turno, unos minutos antes estaba angustiada y ahora lo único que podía pensar era: “¡qué bendecidos somos!”. Veía a mi pequeña jugar feliz y no tenía suficientes palabras para dar GRACIAS por ello. Yo en realidad no tenía ningún problema. Y el tener esta perspectiva hizo darme cuenta de la responsabilidad tan grande que tenía, si yo estaba en una posición tan bendecida y privilegiada, TENÍA que hacer algo para ayudar a estas mujeres a atravesar por este gran reto, así fue como volví a retomar con todo mi trabajo en la Asociación.
Te invitamos a que aportes algo positivo a personas que necesitan mucho cariño, apoyo, comprensión y recursos. La vida que se vive sin ayudar al prójimo, es una vida sin sentido.
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Autoría de: Galher A.C.
Edición 1, Enero 2021