Lic. Catalina Vázquez Méndez
Consuelo & Mayén Abogados
Lic. Catalina Vázquez Méndez
Consuelo & Mayén Abogados
El desarrollo de la tecnología, ha traído consigo múltiples beneficios pero también inconvenientes. Las personas, en el desarrollo de nuestras actividades y durante el desarrollo de la pandemia por COVID-19, hemos hecho uso de las múltiples herramientas electrónicas y digitales, nos hemos visto obligados a hacer más uso de dispositivos electrónicos, para realizar compras en línea, tomar clases vía internet, realizar pagos desde portales bancarios en línea, usar diversas aplicaciones y a interactuar socialmente en redes.
Hemos comenzado a utilizar mayormente las denominadas firmas electrónicas en sustitución de la firma autógrafa lo que ha implicado realizar un intercambio de información personal y que también desafortunadamente ha facilitado el robo de la información de datos personales. Ahora más que nunca es importante cuidar de nuestra información para evitar un robo o suplantación de identidad.
Los datos personales conforman la identidad de cada individuo y los utilizamos continuamente en trámites ante las diversas autoridades del país y ante distintos particulares. Actualmente, tanto las autoridades o dependencias gubernamentales y los particulares utilizamos las nuevas tecnologías y se transfieren toda clase de información por Internet, el tráfico continuo de ella, nos hace más vulnerables y pone en riesgo nuestros datos personales que pueden ser fácilmente sustraídos y utilizados en perjuicio de su titular.
La usurpación de identidad, también se le denomina o se conoce como robo de identidad o suplantación, es castigada en nuestras leyes y las sanciones varían, dependiendo de cada Estado de la República Mexicana.
El robo o usurpación de identidad, es cuando una persona obtiene, transfiere o utiliza de manera indebida datos personales de otra, usualmente para cometer fraudes o delitos. En términos coloquiales es cuando una persona se hace pasar por otra, mediante la utilización de sus datos personales y sin su consentimiento.
Es un derecho humano, que está establecido en diversas legislaciones nacionales en nuestro País, y en materia internacional en los diversos Tratados o Convenciones Internacionales de los que México es parte. La identidad está constituida por el cúmulo de datos personales tales como: nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información financiera o médica, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona. La identidad es muy valiosa para los individuos.
El ser víctima de robo o suplantación de identidad, acarrea delicadas consecuencias, como la adquisición o contratación de créditos y/o servicios a tu nombre; la celebración de operaciones inmobiliarias a tu nombre; el acceso a tus cuentas bancarias; la realización de publicaciones por diversos medios y/o la divulgación de información personal de manera pública en las redes sociales; lo que trae como consecuencia la pérdida o daño a nuestro patrimonio, a nuestras finanzas, a nuestro historial crediticio; así como el daño o pérdida de la reputación, lo que conllevaría a gastar tiempo y dinero para realizar los procesos de aclaración procedentes cuando esta es posible ya que en algunas ocasiones resulta muy difícil recuperarla.
El robo de la identidad se puede realizar desde el modo más sencillo hasta con los métodos más sofisticados, obteniendo nuestros datos personales de manera directa, por medio de una plática con el estafador (por ejemplo, contestando una encuesta) quien haciendo uso del engaño o de la manipulación, le otorgamos nuestros datos personales. También pueden obtener nuestros datos personales por medio de la extorsión telefónica, por robo de documentos de correspondencia tales como recibos de servicios, estados de cuenta de bancos o de créditos.
El estafador también puede obtener nuestros datos personales al buscar en la basura documentos personales que contienen nuestros datos, sin romperlos o destruirlos antes de arrojarlos a la basura; copiando una tarjeta bancaria sin el consentimiento del dueño, es decir por medio de una clonación de tarjeta, ya que la cinta magnética de las tarjetas pueden contener el número de tarjeta, fecha de vencimiento, banco, nombre del titular de la tarjeta, por ejemplo; también pueden obtener tus datos, por medio del llamado Spam o correo electrónico basura, que puede contener contenido engañoso, que direcciona a una página web, para llenado de formatos o con contenido para descargar a nuestros dispositivos tales como celulares, tabletas electrónicas, computadoras, etc., penetrando en nuestros dispositivos por medio de un virus informático que le permitirá robar nuestros datos personales, también los estafadores pueden enviarnos invitaciones electrónicas que resultan falsas, estos entre otros mecanismos empleados para el robo de la información personal.
Para protegerte de un posible robo o suplantación de identidad se sugiere poner en tu domicilio, un buzón de correspondencia con llave; si cambias de domicilio avisar a las prestadoras de servicios tales como luz, teléfono, etc., así como a las instituciones bancarias y crediticias que te envían estados de cuenta por ejemplo; no hacer caso a mensajes de que ganaste premios, rifas o promociones, cuida tus contraseñas, evitando dejarlas en lugares visibles para los demás; evita utilizar computadoras públicas para realizar trámites personales que requieran proporcionar tus datos personales; cambia tus claves y llaves electrónicas con regularidad; no conectarse a redes públicas; poner, contraseñas seguras a tus dispositivos electrónicos; antes de vender o tirar a la basura cualquier dispositivo electrónico que pueda contener datos personales almacenados borra toda la información y de ser posible realiza la configuración de fábrica; evita compartir información personal en tus redes sociales, configura la privacidad que deseas en tus redes sociales; nunca reveles el número de seguridad de tu tarjeta; al ingresar al portal bancario cerciórate que inicie el vínculo con HTTPS, ya que la letra “S”, es de Seguridad; revisa tus estados bancarios de forma regular.
Cuando has sido víctima del robo o suplantación de identidad, es porque comienzan a llegar estados de cuenta de servicios o de créditos extraños o que no reconoces; porque recibes llamadas telefónicas de cobranza, o porque comienzan a llagarte correos electrónicos por los cuales se hace saber el estado de adeudo que presentas ante diversos proveedores o instituciones crediticias; o porque revisas tu estado de cuenta y te percatas de diversos cargos que no reconoces haber realizado; para cuando esto sucede, es porque ya ha pasado tiempo desde que fuiste víctima del robo de identidad y no te diste cuenta hasta ese momento.
Entre diversas acciones que deberás realizar, se recomienda realizar denuncia ante el Ministerio Público que te corresponda; también debes realizar reporte a las instituciones financieras, bancarias o crediticias, de las operaciones que no reconoces haber realizado o solicitado; se recomienda acudir ante las proveedoras de servicios, para cancelarlos por no haberlos solicitado así como se recomienda solicitar al BURÓ DE CRÉDITO, una copia de tu reporte de crédito; si has sufrido la pérdida de documentos oficiales como pasaporte, visa, licencias de manejo, etc., se sugiere reportar la pérdida. Para el caso del robo de identidad se haya utilizado para suplantar tu identidad con el objeto de presentar declaraciones fiscales ficticias ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT), podrás acudir a la PRODECON, donde te pueden auxiliar; así como avisar a sus contactos en redes sociales que le han suplantado o robada su identidad.
Si necesitas aseoría de un profesional y experto en temas legales, contáctame.
Lic. Catalina Vázquez Méndez
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Edición 6, Octubre 2021
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