Autor: Christian Cázares
Autor: Christian Cázares
La mayor parte de las veces el emprendedor o emprendedora busca ponerle logo a su emprendimiento por una especie de inercia; -Le tengo que poner un logo… -La gente me pregunta si tengo logo… -Voy a abrir mis redes sociales y me van a pedir mi logo.
Pareciera que el logo es una especie de adorno que deben llevar los negocios. Pareciera que le ponemos logos a las empresas solo porque las demás empresas tienen logo y pues no podríamos quedarnos atrás… Pareciera que el logo es un requisito para abrir una tienda en línea, tener unas tarjetas de presentación o imprimir unos volantes…
Entonces cuando tenemos estas ideas y empezamos a hacer nuestro logo, no tenemos ningún objetivo claro de cómo debería ser ese logo… Simplemente necesito ese “adornito” para mi negocio. Y la única guía que tenemos a la mano es nuestro gusto personal y la opinión de la esposa o los amigos cercanos.
Algunas personas en ese punto piensan en contratar un diseñador. ¿Y por qué lo buscan? –Necesito a alguien creativo para que haga mi logo porque yo no soy nada creativo. –Yo no sé usar programas de diseño. –No tengo tiempo de hacer un logo.
El primo que sabe Photoshop, bajar un logo de Internet, entrar a un sitio como Canva (o tantos otros) y hacer tú mismo tu logo de una manera rápida y lo mejor gratuita. Y entonces bajo este camino, bajo este enfoque de, mi logo es un elemento bonito que solo sirve para adornar mi emprendimiento es cuando el logo no sirve para nada.
El problema real que yo veo, es que nadie nos explica la utilidad o el verdadero objetivo del logo. Pero no te preocupes, justo en este momento te lo voy a compartir.
Otro error común en el general de la gente es pensar que inventar un nombre, hacer un logo y registrar estos dos elementos es todo lo que hay que hacer para tener una marca… Pero la marca va mucho más allá que eso. La marca se construye desde una primera parte que es un tanto filosófica; los valores, la misión y la visión de la empresa. Esto junto con entender las necesidades de las audiencias de la empresa nos lleva a una segunda etapa que es de diseño y construcción de la identidad de la marca. La identidad de marca abarca el nombre, el logo, el diseño gráfico de todos los elementos que tengan contacto con el cliente. Para llegar a una tercera etapa de diseñar/desarrollar la experiencia del cliente y la comunicación con el cliente.
En todo este proceso el logo se convierte en un identificador, en una especie de bandera que le va a ayudar a los públicos a relacionar la experiencia de comprar/usar tus productos o servicios con tu marca. Y esto no quiere decir que tu logo deba describir gráficamente todos los productos o servicios que vendes. Eso también es un grave error… El diseño de un logo debe ser lo más simple posible y lo más importante es alinearlo a la estrategia de la marca. Esa es la verdadera función de un logo; identificar, diferenciar y servir de depositario de la experiencia con tu marca. El logo se convertirá en el símbolo que represente la reputación de tu marca.
Si no estás usando tu logo de esta manera estratégica entonces tu logo no sirve para nada. O sí… Tal vez tu logo diseñado desde tus gustos personales y desconectado de la marca está sirviendo para confundir la experiencia del usuario al comprar tus productos o servicios a una imagen que no refuerza tu marca o pero aún está asociando tu marca a una imagen de mala calidad.
Edición 9, Abril 2022
Si deseas recibir las ediciones digitales de nuestra revista sin costo alguno directamente a tu correo, regístrate.