El Maratón de mi Vida

En esta historia un hombre decide no estar solo, en su camino descubrirá muchas facetas del amor.
Andrés tiene claros sus objetivos y no descansará hasta alcanzarlos.

Angustia, obsesión, tristeza y felicidad son algunas de las emociones por las que transita el protagonista de este cuento, anteponiendo siempre su corazón.

La pasión más grande de Andrés es correr. En el relatar de su vida nos damos cuenta que para convertirse en maratonista tuvo que pasar por muchas cosas.

Como todo en la vida, tuvo altas y bajas, decepciones amorosas y momentos de gran soledad.

Desde luego ha habido momentos buenos; acercamientos importantes con su familia y reflexiones profundas.
Nunca dejó de entrenar a pesar de sus emociones, no importaba si había enfermedad, confusión, desilusión… él se mantuvo firme. La determinación y el compromiso de Andrés en sus entrenamientos fueron increíbles.

Este cuento está dedicado a todos y todas los que creyeron en él, ya que el padecimiento que tiene es casi desconocido. Andrés padece Síndrome de Aarskog. Consiste principalmente en que es más lento que los demás en cuanto a la comprensión de algunas ideas y a la expresión de las mismas. En el caso de Andrés, sus movimientos son más lentos que el común de las personas, así como poco coordinados.

En algún momento de su vida, Andrés creyó que el deporte estaba fuera de sus posibilidades, ya que notaba que era más difícil para él a diferencia de los demás.
Cuando empezó a correr, no imaginó que su afición a este deporte lo llevaría a superar muchos males que tenía cargando; tristeza, depresión, enojo y muchos problemas.
El ejercicio se convirtió en prioridad para él, ha sido el motor de su vida.

Ha encontrado amigos y pertenece a un club en el cual sus discapacidades no importan, lo único importante es entrenar, competir, avanzar y legar a la meta.

Andrés es una persona optimista, determinante, con un corazón noble y no se detiene hasta lograr lo que se propone.
Su discapacidad para él no es algo que deba de evitar hablarlo abiertamente, lo asume con naturalidad y dignidad. Es valiente y honesto, reconoce sus limitaciones y sigue adelante intentando lo que le nace.
Es una persona decidida, dice lo que piensa y siente, toma decisiones y estas lo han llevado a ser maratonista.

El deporte le ha dado mucho y él nos enseña mucho a quienes lo conocemos y sabemos de su historia. Contagia su entusiasmo al entrenar y al correr; pero, sobre todo, en la carrera de su vida.

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