Por: Francisco Almeida
Emprendedor digital
Por: Francisco Almeida
Emprendedor digital
Últimamente hemos visto una gran explosión del emprendimiento; desde el vecino familiar o nosotros mismos que comenzamos un negocio desde cero.
Parece que fuera una moda, pero analicemos un poco. Siempre he creído que nada sucede porque sí y todo tiene una razón. Se viven tiempos difíciles en todos los aspectos, desde la crisis sanitaria que generó en “coronavirus” el pasado 2020, la incertidumbre social y una de las más impactantes crisis económica vivida después de este evento, nos puso hoy más que nunca a buscar soluciones. Siendo honestos, las situaciones difíciles en materia económica no son una novedad, parece que viene acompañando al ser humano desde siempre, y precisamente estas, sacan lo mejor (o peor) de nosotros.
El panorama macroeconómico del trabajo para las nuevas generaciones cambia, de hecho, ya cambió y seguirá cambiando de una manera acelerada para los próximos años. La cultura del trabajo evolucionó, desde hace unos años viene haciendo eco a nivel global el fenómeno de la “desalarización”, esto es igual a que la certeza que generaba el entorno laboral conocido con el salario fijo, poco a poco se va extinguiendo. Las empresas y patrones han optado por recompensar el resultado de las tareas del empleado, ya no la tarea cumplida; un ejemplo claro serían los meseros, ellos ganan un salario fijo bajo, pero cuentan con un buen ingreso debido a las propinas del cliente, por ende, el mesero trabaja para brindar un mejor servicio, ya que el solo es responsable de su ingreso. La “desalarización” nos muestra que la cultura del trabajo apunta a una sociedad con 3 pilares duplicables en el emprendimiento: cooperación, responsabilidad y productividad.
No quiero decir que la gente deje de tener un empleo, lo que digo es que el emprendimiento mismo va más allá de iniciar un negocio. Un empleado puede ser emprendedor en su mismo trabajo. Lo que sí, adentrándonos en las finanzas personales del individuo, hoy más que nunca depender de una sola fuente de ingresos es muy riesgoso, la estabilidad laboral parece más un sueño utópico que no regresará. Por tal motivo; generar un ingreso part-time, desarrollar un negocio que nos genere un ingreso pasivo (como inversiones), es algo que cada persona se verá en la necesidad de realizar.
Se trata de previamente hacer una investigación, entender qué modelo de negocio se encuentra en tendencia, cómo podemos ajustarlo a nuestro tiempo, entre otras cosas más. Por ejemplo; las cifras anotan que montar un negocio con una estructura digital o digitalizar lo que tenemos en mente, muestra un panorama favorable para nosotros. Imagina que emprendemos, pero vendemos videocaseteras; por más margen de utilidad que tengamos, probablemente no tendremos éxito.
En conclusión, tú que estás leyendo este artículo, si vas a comenzar a emprender ¡felicidades! Y si no, creo seriamente que deberías considerarlo hoy más que nunca. Aprender tú mismo o misma a generar un ingreso por tu trabajo en una época donde se necesita una sociedad productiva más allá de consumista, te puede ser de mucha utilidad.
Quiero dejarte con esta frase:
“Los países pobres de hoy, son los países que llegaron tarde a la era industrial. Los países pobres de mañana serán los que lleguen tarde a la era de la información”.
– Esta leyenda está escrita afuera del edificio de la ONU en Ginebra, Suiza
Francisco Almeida
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Edición 3, Abril 2021
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