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7 hábitos para que trabajes en ello

Para descubrir, inventar y crear; primero debemos desarrollar la curiosidad. La curiosidad nos permite observar, experimentar y encontrar soluciones a problemas.
Observa a un bebé, quiere tocar y probar todo, es curioso por naturaleza. El ser humano es curioso desde que nace, pero limitamos la curiosidad, no permitimos que la curiosidad sea desarrollada.

La curiosidad es el comienzo del todo. Al explorar, descubres, te vuelves creativo, innovas, creas y estimulas tu inteligencia y aprendizaje.

Cuando emprendes un negocio, idea o proyecto, debes de tener alternativas para tomar decisiones; para ello, debes de tener curiosidad de qué pasará si haces o dejas de hacer algo. “tu curiosidad no matará a ningún gato”, pero debes de tener cuidado con confundir la curiosidad con el “chisme” y la intromisión en cosas que no te inmiscuyen.

Desarrollar la curiosidad es algo posible, para ello te dejamos 7 hábitos para que trabajes en ello.

1. Mira y observa.

Estamos rodeados de muchas cosas asombrosas, no las vemos porque no somos observadores. Pon atención en los detalles, el aspecto, la forma, colores, etc.
Practicando la observación de esta manera, empezarás a ver las cosas de diferente manera. Tendrás más en cuenta los detalles y eso te hará ser más cuidadoso en tu trabajo.
Los pequeños detalles construyen las grandes obras.
Déjate impresionar por las cosas, no importando que no sea la primera vez que lo observas.
Poco a poco descubrirás que todo lo que nos rodea tiene magia.

2. Prueba, experimenta.

No te quedes con las ganas de hacer algo, el éxito es para los atrevidos. No basta con observar, también debes de darle a tu mente la experiencia del tacto o del sabor. La riqueza no se debería medir por los bienes, sino por la experiencia. Conocer y descubrir cosas te hará una persona con más riqueza.
Que no te platiquen, que no te cuenten; prueba las cosas por ti mismo y descubre por tu cuenta qué sí y qué no te gusta.

3. Haz cambios, sal de tu zona de confort.

Los cambios nos hacen crecer, pero para ello debes de estar listo para salir de la comodidad en la que te encuentras. Sal de viaje a un lugar el cual no hayas estado, experimenta un género literario diferente, cambia de serie televisiva, prueba nuevos estilos de ropa, come diferentes platillos… hay muchas cosas que puedes hacer nuevas.
Cuando te vuelves rutinario, todo se robotiza, no hay crecimiento. Sin cambios, la curiosidad está sin vida.

4. Investiga y explora

Descubre la historia, el motivo y razones de las cosas. Conocer nuestro pasado nos ayuda a no repetirlo y hacer cosas diferentes. no necesitas ser un detective para desentrañar secretos, solo hace falta tener la iniciativa y actitud para descubrir cosas.
Descubre el por qué de las cosas, los inicios de tu cultura, cómo funcionan las cosas… hay muchas cosas en las que podemos explotar nuestra curiosidad.
Procura enfocar tu investigación y exploración en cosas que te sean útiles, pero recuerda que las cosas nuevas también cuentan. Cuidado con las fuentes de información falsas, actualmente abundan noticias e información que genera confusión.

5. Aplica lo aprendido

El conocimiento, si no se aplica, no sirve. Todo lo que observes, pruebes, experimentes e investigues; ponlo en práctica. Si lo que estudias o aprendes, no lo aplicas, lo olvidarás. el conocimiento debe de ser aplicado para mejorar tu vida y la de quienes te rodean.
Aprender cosas nuevas requiere actitud y ganas, por ello es importante que te enfoques en aprender cosas que sean de tu agrado, si hay algo que de plano no te cuadre, déjalo de lado, pues la experiencia se volverá tortuosa y puede desmotivarte para seguir aprendiendo cosas nuevas.
Puedes aprender a tocar un instrumento musical, a cocinar, una técnica de lectura, alguna disciplina deportiva, etc. Opciones, hay muchas.

6. No hay verdad absoluta; duda y cuestiona.

Una excelente forma de desarrollar la curiosidad es cuestionar todo. Cuestionando todo estaremos en el camino de descubrir cosas nuevas. A veces lo establecido no es lo óptimo. Si trabajas bajo un proceso, pregúntate por qué se hace así, si hay alguna mejor manera de hacerlo… busca más y mejores formas de hacer las cosas.

7. Sé empático e interésate por los que te rodean.

Una de las mejores experiencias que tiene el ser humano es conocer a otro ser humano, siempre y cuando ambos estén dispuestos a ayudarse al crecimiento mutuo.
Rodéate de gente que tenga una meta en la vida, que tenga hábitos constructivos y tenga intereses afines a los tuyos. Cuida con quiénes te rodeas, pues el que con lobos anda, a aullar se enseña.
Platica, pregunta e interésate por sus intereses, gustos, experiencias, opiniones, metas… hay muchas cosas que podemos aprender de las personas con quienes convivimos.


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Edición 12, Diciembre 2022

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